Entrevista a Sil Maitén, autora de la Obra Teatral En
París no hay pájaros.
¿Qué te llevó a escribir esta obra?
Esta obra empezó en un
lugar, y terminó en otro, para mi impensado. El tema con el que empecé a
escribir tenía que ver con esta expresión tan argentina cuando nos referimos a
nuestro país de decir “este país”. Entonces, París tenía que ver con esa imagen
de un afuera perfecto. Uno de los
personajes tenía que venir de París. Y allí estuvo.
Inmediatamente me surgió el personaje masculino experimentando con un pájaro, que también simboliza el afuera, pero de otra forma: el milagro, tal vez la religión o la ciencia.
Inmediatamente me surgió el personaje masculino experimentando con un pájaro, que también simboliza el afuera, pero de otra forma: el milagro, tal vez la religión o la ciencia.
Pero ahí se me apareció
el segundo personaje femenino, y era prostituta; y su hermana, la que vive en
París, también lo era. Y el hombre, “el cafiolo”, que menosprecia a su mujer,
que la humilla.
Y si bien los otros temas
no desaparecieron, seguramente había una urgencia inconsciente de hablar no sólo de esa mujer objeto, sino de la
mujer en la sociedad.
¿Cómo fue el proceso creativo?
Yo afirmo que esta obra
se escribió sola. No recuerdo como surgieron la mayoría de las escenas
primarias. Hubo muchas "casualidades" en cómo se fue armando.
Los nombres también se pusieron solos, y si bien en algún momento pensé en cambiarlos, al final los respeté. Así quedaron Gracia y Clara, los dos personajes femeninos. Y los nombres no cayeron ahí por nada.
Los nombres también se pusieron solos, y si bien en algún momento pensé en cambiarlos, al final los respeté. Así quedaron Gracia y Clara, los dos personajes femeninos. Y los nombres no cayeron ahí por nada.
¿Cuál te parece que es la situación de la mujer en la sociedad actual?
El papel que jugamos las
mujeres sigue siendo de un horrible menosprecio. Seguimos siendo objetos. A mi no me entra
en la cabeza que existan las prostitutas, porque no puedo entender que un
hombre disfrute teniendo sexo con una mujer que pagó, y que no la está pasando
bien. Es un acto vil y egoísta.
Pero la mayoría no somos
prostitutas, y sin embargo hay un concepto de mujer gueisha que está
naturalizado y aceptado. Por las mujeres. Yo creo que hay poca participación. Hacemos como Susanita que le cuenta cosa horribles a Mafalda y le dice " ¡decí qué barbaridad!. Bueno listo. Ahora vamos a jugar".
Y también es muy popular decir que en la cama hay que ser una puta. No estoy de acuerdo. Hay que ser una mujer que disfruta, no una puta.
Para la mayoría de los hombres, el ideal es la mujer estúpida. Buen culo, buenas tetas, y medio boba.
Y también es muy popular decir que en la cama hay que ser una puta. No estoy de acuerdo. Hay que ser una mujer que disfruta, no una puta.
Para la mayoría de los hombres, el ideal es la mujer estúpida. Buen culo, buenas tetas, y medio boba.
¿Qué papel juegan los medios en esto?
Los medios no lo
provocan. Son un espejo de aumento. Si vemos en los scketchs de Olmedo y
Porcel, ya la mujer era un adorno que se podía tocar. Y parecía muy gracioso. Tinelli corta la pollerita. Sofovich pedía que se agacharan a levantar los cupones. Todo esto con el mayor de los consensos y risas varias.
¿Y qué deberíamos hacer las
mujeres?
Dejar el rol de gueisha.
No tener miedo. Vivir por una. Cultivarse.Sentirse segura de que no necesita seducir con eso. No tener
miedo de que la rechacen. Y educar de
otra forma a los hijos varones. Que ellos tampoco tengan miedo de la mujer
plantada, entera. Pero esto no es tarea sólo de las mujeres. Ellos también
tienen que participar.
¿En París no hay pájaros es una obra para mujeres?
No. Ojalá que no. Quiero
que vengan muchos hombres, y lo hacen. Y también colabora mi hijo con nosotros,
y el hijo de Amanda. Entre todos los
seres humanos sensibles e inteligentes podemos cambiar las cosas.
En París no hay pájaros. Teatro Tadrón. Viernes 1° de mayo a las 21 hs. Actúan
Amanda Benedetto, Mauricio Giaconía y Sil Maitén. Dramaturgia y dirección Sil
Maitén.